jueves, 19 de mayo de 2011

ESTÁTICO Y DINÁMICO

Nada es estático, es algo que ya fue tomado en cuenta por Heráclito, "Todo se mueve", incluso si tomáramos en cuenta ésta afirmación y aceptáramos la movilidad de la vida, que todo cambia, no nos sorprenderían las visicitudes que diariamente tenemos que vivir.
Lo estático lo hemos inventado, vemos las montañas y pensamos que son inamovibles porque no hemos visto cómo poco a poco durante millones de años han estado transformándose.  El ser humano tiene una caducidad abismal, mientras hay  árboles que pueden durar vivos miles de años, la humanidad experimenta la precariedad de la vida, la fragilidad de las cosas. Inventamos perpetuidad, en nuestros hijos, nietos, pueblos, naciones, pero es un espejismo.  La realidad es que vivimos inmersos en la complejidad de una vida que por más que intentemos no podemos predecir.  Se vive cada día.  Podemos incluso "pre-ocuparnos" del futuro, algunos hacen de éste tema su favorito, pero no para planificar grandes proyectos a cumplir, sino más bien para angustiarse con aquello que todavía no ha pasado.
La dinámica vital no se desentiende del pasado, presente o futuro, se toma en cuenta para poder vivir.  San Agustín en sus "Confesiones" ya hablaba del tiempo y expresaba que constantemente deslizarnos en el presente, tomando en cuenta lo que ya fue y lo que vendrá.  Si se logra captar la profundidad de aquello que San Agustín ha querido expresar entonces se puede concluir que cada momento que nos toca vivir es una nueva oportunidad para crecer, cambiar, perdonar, participar, incluir... Cuando se encuentran personas cuya razón de ser es hacer infeliz a quienes les rodean, con sus actitudes, comentarios malsanos, envidias y rencores, valdría la pena pensar, aunque sea un breve espacio de tiempo, que tenemos una nueva oportunidad para volver a comenzar y, por qué no, perdonar.
Hay quienes odian toda su vida y quienes aman toda su vida. Depende de la persona y sus decisiones.  Me llama la atención  algunas empresas que cuando ofrecen puestos de trabajo preguntan acerca que cómo se imagina la persona entrevistada el futuro, por ejemplo en 5 años.  Si la respuesta es sincera simplemente no se podría contestar, "no sabemos, amanecerá y veremos" o "como vamos viendo, vamos yendo". Lo que necesitamos es ser agradecidos por cada jornada vivida, por cada acontecimiento y por haber compartido nuestro corazón.
Roger Ruiz

lunes, 9 de mayo de 2011

Actitud ante la Vida

Aceptar la vida tal y como se presenta contrasta con la idea que tenemos de los acontecimientos que nos suceden. Por una parte, nos damos cuenta de la existencia de situaciones que no podemos controlar y, sin embargo, las vivimos sobre todo con mucho stress por no saber como enfrentarlas.  Mas, también experimentamos en muchas ocasiones una fuerza especial que nos guía por esos parajes oscuros de dicha existencia.  Por tanto, es cuestión de actitud, la forma de ver y solucionar los problemas cotidianos.  Una actitud llena de esperanza porque, incluso en medio de grandes dificultades, se divisa un punto de luz, una salida, una solución y otra, por el contrario, que nos paraliza, detiene, petrifica ante situaciones dificiles a las cuales prejuzgamos y que son guiadas por el miedo y la desesperación. 
Todo esto no tiene que ver directamente con los "estados de ánimo" que cambian constantemente y que son como una gran montaña rusa de sentimientos, el hecho que en un momento determinado, ante una circunstancia desagradable abramos nuestro corazón y nos encontremos abrumados, no significa que hemos perdido la esperanza, solo vivimos el momento. No debería darnos miedo expresar nuestros sentimientos sobre todo en la soledad de nuestra vida o con alguien capaz de regalarte su tiempo para escucharte y compartir también sus alegrías y penas.
Una persona que se deja llevar por sus pasiones, es decir que sus sentimientos no son expresados en su momento sino que guardan, aguantan, callan sus dolores o angustias, llegará un momento en que ya no pueda más y revienta, desespera dando lugar a circunstancias desagradables que incluso puede desembocar en desgracias provocadas por la ira.  La ira solo lleva a la ofensa, destrucción, odio, rencor.
Cuando sentimos la imperiosa necesidad de dar rienda suelta a nuestros sentimientos, podemos buscar un rincón aislado de las personas que solo les interesa la vida de los demás o, si lo tenemos, busquemos a los amigos verdaderos, que se pueden encontrar dentro o fuera de la familia para que veamos pasar la tormenta que no nos deja ver lo maravilloso que es contemplar las sorpresas agradables que nos regala la vida, sin que nos pregunten si lo merecemos o no.  Porque la felicidad es totalmente gratis, no se llena con cosas, ni personas, pero lleva a un estado de bienestar profundo que arranca de nuestros labios  palabras de agradecimiento.
Si vivimos la vida aceptando todas las circunstancias que conllevan y con actitudes de esperanza, nuestro camino será maravilloso y nos sorprenderá la belleza escondida en las cosas.
Roger Ruiz