domingo, 1 de agosto de 2010

LA VIDA EN LA ADVERSIDAD

La adversidad es un reto constante y común para la humanidad.  Desde que estamos en el vientre materno vivimos en luchas, primero por sobrevivir y después por permanecer.  Cuando somos niños tenemos la actitud de los héroes de cuentos e historias que nos producen fuerzas provenientes de lo profundo de nuestro ser y, además, están los seres queridos que nos protegen y ayudan en muchos momentos para seguir adelante a pesar de las caídas.  Cierto que cuando los seres queridos no protegen sino que sobreprotegen entonces no nos transmiten valor para luchar sino miedo para vivir. 

No es sólo en el ámbito familiar donde recibimos lo bueno y lo malo, también puede ser en la escuela, la comunidad, el país de quienes recibimos las tradiciones, las canciones etc.  Sólo depende de nosotros asumir el firme compromiso de seguir luchando pese a las adversidades.  Puede que escuchemos las voces de aquellos que no han sido constantes luchando y viven bajo el manto terrible de la frustración, desaliento y miedo.  Son las voces que en muchas ocasiones nos invitan, sugieren y, a veces, imponen esa forma frustrante de vivir. 

Existen personas que no logran vivir el tiempo presente como viene, sino que piensan mucho sobre lo que todavía no ha llegado, lo que se deriva en preocupación y angustia ante un futuro incierto.  De hecho juzgamos el futuro con categorías del pasado y es por eso que en vez de ver las cosas con optimismo nos hacemos preguntas como: Y si sucede... ¿Cómo voy a hacer para...? Tengo que... Que no llegamos a...  Todo ésto nos amarga existencia, por no aceptar la verdad que consiste en la ignorancia total sobre nuestro porvenir, lo mejor sería esperar a ver llegar el momento y luego actuar en base a lo que nos viene como mejor podamos.  A mi también me cuesta no pensar en el futuro y en muchas ocasiones me aterroriza, aunque también, cuando me detengo a reflexionar sobre situaciones pasadas me doy cuenta de algo maravilloso, tengo años luchando y por experiencia siempre hay alguna salida o luz al final del tunel.  

Ánimo amigo o amiga, vivamos la vida con optimismo y salgamos a luchar y cuando alguien nos pregunte ¿para qué?.. Le responderemos contando los hermosos  días que hemos vivido, sin contar lo que nos deparará el futuro.

Roger

sábado, 24 de julio de 2010

El Imperio de la Opinión

Las palabras del filósofo Parménides acerca del  "Ser" concluyen con tres caminos: el camino de la Verdad, el camino de la Mentira y el camino de la Opinión.  El primero afirma la existencia del Ser de la cosas, el segundo niega la existencia del ser de la cosas y el tercero lo afirma al mismo tiempo que lo niega.  Este último es el camino de la contradicción. 

Un grupo de personas está convencida de alguna opinión y además la transmite como la única verdad y, al mismo tiempo, surge otro grupo de personas que afirman exactamente lo contrario y también en éste otro caso se afirma que dicha opinión como una verdad lapidaria. 

En la vida cotidiana no aceptamos que otras personas piensen distinto a nosotros.  Incluso existen paises donde sus habitantes viven entre opiniones absolutizadas, asumidas como la única verdad, causando profundas divisiones.  Si una persona va al médico puede encontrarse con que le prohiban el consumo de frutas, pero quizá en el mismo hospital exista otro médico que afirma totalmente lo contrario. 

Tal vez el problema estriba en considerar una opinión como una verdad absoluta cuando la vida tiene fuertes contenidos de relatividad.  Existen pensamientos que solo pueden considerarse como una  opinión, sin embargo, se juzgan a otras personas por el simple hecho de no estar en comunión con dicho pensamiento.  Es importante hacer una reflexión seria sobre la vida, sobre todo la que llevamos.  Podríamos darnos cuenta que aquellas cosas por las cuales hemos luchado, enemistado, guerreado... son solo opiniones que nos han transmitido presentándolas como verdades absolutas y lo único que nos ha provocado son sinsabores, tristeza y sobre todo soledad.  Vivimos en el imperio de la opinión, donde los medios de comunicación, manejados por intereses mezquinos, pretenden minar nuestro espacio, sueños, esperanzas con opiniones absolutizadas.  Así encontramos personas que viven criticando nuestra manera de sentir, pensar, vivir.  Si bebemos licor porque bebemos licor, si no bebemos porque no bebemos, en fín, no se conforman con nada de lo que hagamos. 

Por eso es tiempo de tomar la decisión de liberarnos de las cadenas de opiniones que nos atan y no tener miedo a equivocarnos, ya que al fin solo somos seres humanos.  Es terrible ver personas marcadas por errores cometidos en su pasado y lo peor es ver quienes se creen dueños de la verdad y con licencia para destruir a los demás.  Es tiempo de crecer, no tomar en cuenta el cúmulo de opiniones que nos invaden y tomar decisiones, caminando hacia la meta que nos proponemos incluyendo momentos de retroceso y de desconcierto. 

Cada día es una nueva oportunidad de vivir intensamente nuestra propia vida, depende sólo de nosotros aprovecharla para ser felices.

Roger

sábado, 17 de julio de 2010

AGRADECER NO SÓLO EL PAN DE CADA DÍA

Cada día que pasa me convenzo más que todo en la vida es motivo de agradecimiento, incluyendo lo desagradable que puedan tornarse las cosas.  La alegría, al contrario de lo que opinan muchos, se puede alcanzar, es más, se puede vivir intensamente si no la desligamos de las dificultades cotidianas.  El pensamiento del grueso de las personas tiene una fijación casi obsesiva con respecto a las desgracias o cosas malas que suceden.  Me maravilla el hecho de la influencia de los medios poderosos de comunicación, que están manipulados por unos pocos, donde el plato de la mañana, tarde o noche es el desaliento y la violencia.  Las conversaciones entre la gente tienen un matíz de tristeza y resignación, también odio y rencor.  Necesitamos un chivo expiatorio en quien volcar nuestras frustraciones.  A todo ésto se agrega una sociedad de consumo que, a pesar de los años de crisis y el desempleo, crea necesidades ficticias de cosas que ni siquiera son importantes y que al adquirirlas producen asco y aburrimiento dando paso a la búsqueda innecesaria de otra cosa que se proyecte como el remedio a los males que se padecen.

Me encanta dar gracias a la vida por cada día que pasa. Entiendo perfectamente que existen muchas situaciones dificiles que pueden producir exhaltación del corazón ante problemas sin solución aparente. Pero como somos seres contradictorios, agradezco no sólo el pan de cada día, sino también el jamón, los encurtidos, las legumbres y frutas semanales o mensuales según el caso.  Experimento mucha paz y relajación en cosas sencillas como mirar un atardecer, sentir la brisa aunque tenga que quedarme quieto para poder persivirla.  Me gusta disfrutar de un licor y una pipa leyendo un buen libro, que los hay en abundancia.  Antes compraba cantidades impresionantes de libros, ahora lo pido prestado en la biblioteca cercana y es igual de divertido. 

Total que la vida tiene momentos muy hermosos, con todo y sus problemas.  Sé que experimento momentos de angustia, porque solo soy un ser humano y también noto que cada vez éstos sentimientos pierden fuerza.  Llega un momento en la vida, una encrucijada, un climax en que o tomamos la decisión de vivir la vida intensamente o nos dejamos llevar por el desaliento y la desesperación convirtiendo cada instante en un infierno terrenal.  Yo he tomado la decisión de vivir feliz.

Roger

jueves, 8 de julio de 2010

CAMBIO PROFUNDO

Una mañana despiertas y te das cuenta que todo ha cambiado, tus amigos están lejos, tu profesión o llamado ya no la ejerces. Todas las seguridades por las que has luchado se diluyen con el tiempo.  El cimiento sobre el cual construiste tu vida se ha desplomado.  Todas las convicciones que has recibido, cual testigo, son etereas.  Tu familia sigue ahí porque el vínculo de sangre permanece a pesar de la distancia. 

Comienzas a recordar episodios de tu vida, cosas que habían quedado en el archivo del olvido y ahora se hacen presentes, no importa si son alegres o dolorosos, lo más importante es que comienzas a recordar.  Los personajes que eran importantes para tí en el lugar que has dejado atrás empiezan a desvanecerse, en su lugar, como una esencia, quedan tus amigos, que a pesar de la distancia te recuerdan con cariño.

El piso se ha movido, las palabras se han ido con el viento del norte, se las llevó y dudo mucho que regresarán. Ahora miro hacia adelante, no tengo idea de lo que vendrá.  Las voces de los que viven quejándose de todo están alli, solo que han cambiado de acento.  La televisión sólo emite malas noticias porque es lo que vende.  Hay quien se alegra del miedo a la vida que se transmite porque es la mejor manera de permanecer en la sumisión y la derrota.

Aqui me encuentro, no tengo idea de lo que viene pero no me produce miedo.  Vivo cada día sin pensar tanto en el pan del dia siguiente sino el de hoy.  Busco sonreir y muchas veces al día lo logro.  Tengo personas que me aman y todo se hace más fácil.  Al final todo cambió y sigo siendo la misma persona, con anecdotas, risas, voz fuerte... No me dejo influir por el fracaso que como humano experimento, he sido feliz y lo sigo siendo. 

Estoy muy agradecido por la vida que tengo y no la cambiaría jamás para retornar al pasado, porque el pasado pasó, aprendemos de él pero hay que mirar hacia adelante.  La vida es hermosa.


Roger

sábado, 27 de febrero de 2010

La amistad el gran tesoro

Algunas veces podemos experimentar que estamos en una gran burbuja donde todo lo que se respira es aire puro y las demás personas cuidan de nosotros para que no caigamos en algún abismo.  La realidad es cruel comparada con los pensamientos que tenemos sobre cómo pueden sucederse las cosas.  También nos damos cuenta que más que respirar aire puro, sentimos que no podemos respirar, que los problemas nos agobian de tal manera que no hay espacio para nada bueno, solo para la queja. 
Los ideales que nos han sembrado, las convicciones que hemos adquirido a lo largo de los años se desvanecen como un espejismo, hasta el punto de caer en la angustia y la depresión.  Consideramos que las personas más que cuidarnos buscan nuestro daño.  En esos momentos, cuando todo es dificil y parece que no podemos seguir el camino, tenemos un amigo o amiga a nuestro lado que comparte no sólo las penas sino también las alegrías.  No es lo mismo vivir cada día solos que en la soledad, un amigo o amiga es un auténtico tesoro porque nos cuidan, pero sin el interés que le devolvamos algo a cambio. 
La amistad nos da la fuerza para lanzarnos al vacío, sobre todo cuando el resto del mundo pretende desalentarte en cualquier empresa que busques realizar.  La verdadera amistad tiene un amor profundo por ti y te lo hace saber dando todo de si. 
El tesoro de la amistad es lo que he tenido durante los días tristes y los alegres.  No deberíamos creer que todo tiene que ser como lo pensamos, más bien deberíamos agradecer la persona que tenemos a nuestro lado aunque la distancia física nos haya separado. 
La amistad es el manantial por el que somos capaces de seguir viviendo confrontando la adversidad.

Roger Ruiz

viernes, 19 de febrero de 2010

EL VAIVEN DEL CAMBIO

Imposible es la palabra preferida de aquellos que consideran que la vida es demasiado difícil para poder llevarle el ritmo.
Cuando alguien es capaz de atreverse a hacer cambios profundos en su vida, no dejan de escucharse las voces, por todos lados de aquellos que consideran que se debe esperar a tiempos mejores, que hay crisis, que no se consigue trabajo, que eres demasiado viejo para esto.
Luego te enfrentas a la realidad y vives estos acontecimientos en carne viva, aunque agregándole el factor miedo se hace tan difícil de llevar como cuando te dejas intimidar por la montaña que has pensado subir.
Sin embargo la vida debe llevarse poco a poco, no dejándote guiar por los profetas del desastre, quienes a la larga, tienen una visión tan reducida de la vida que todo les parece cuesta arriba. Toda montaña es demasiado empinada para subirla, sobre todo cuando comienzas el camino y si a esto le agregas la madurez que te hace sabia y miedoso, todo se enreda y provoca no continuar.
En éstos momentos cuando todo está en contra, cuando no percibimos las mejoras porque hemos perdido la capacidad de sorprendernos de los pequeños detalles, es cuando hacemos un acto de fe y seguimos viviendo, dando el primer paso hacia la montaña y luego el segundo, porque al final lo importante no es ir contra reloj sino contra la corriente de aquellos que vaticinan el fracaso mucho antes de comenzar a caminar.
Las cosas se pueden tornar difíciles o muy difíciles, pero no significa que imposible superarlas, basta con hacer un acto de fe, que consiste en caminar con la firme convicción que en el camino se enderezan las cargas. No digo que el cambio se realice con facilidad, pero produce mayor satisfacción cuando somos capaces de cambiar para ser más felices.
Puede que haya momentos muy fuertes y que te dejes llevar por la derrota, siempre y cuando solo sean pequeños momentos que desembocan en un empuje mayor de optimismo ante la vida. Porque la verdad es que a medida que se avanza en éste hermoso camino de cambios, también se experimentan satisfacciones que no las entiende aquel que se anquilosa en sus miedos al movimiento de la vida.
Adelante, somos humanos, pero no dejemos que nuestro espíritu se doblegue en el vaivén de la trivialidad.
Roger Ruiz

jueves, 18 de febrero de 2010

Vivir con Ahínco

Hay momentos difíciles de la vida donde provoca dejarlo todo y volver atrás. En ocasiones este pensamiento recorre cada hueso del ser humano, todos los miedos vienen al encuentro de aquel que tiene las defensas bajas, el ánimo destrozado y oyendo las burlas de un mundo triste que se alegra del fracaso experimentado por esa persona y brinda para que se mantenga en su derrota. Pero la vida es así, fracasos y triunfos, alegrías y penas, amarguras y dulzuras … Podemos dejarlo todo y echarnos hacia atrás con rostro de derrota o ver las cosas como son, reconocer que los momentos difíciles también son parte de la vida y no tiene nada que ver con suertes echadas o negatividad circundante.
Todos experimentamos lo árido de la vida pero son pocos los valientes que siguen adelante a pesar de las derrotas. Volver atrás no es una opción válida sino para el cobarde que culpa a los demás de sus penurias, hace falta gente valiente que viva la vida con fe en que siempre hay un mañana capaz de cambiar y dar un giro de 180 grados a la existencia. Vale la pena reflexionar sobre aquellas personas que a lo largo de la historia nos han demostrado que el cambio es posible y vale la pena, incluido el dolor que pueda embargarnos por algunos instantes de ésta corta vida.
Pienso en todo aquel que haya marcado diferencia en su entorno, no con violencia imponiendo los criterios con armas sino con la palabra de la verdad que en estos tiempos viene mermada por aquellos oportunistas que ahora plagan los canales de televisión para gritar barbaridades durante tanto tiempo que al final muchos terminan por creerlo. Pienso en la mujer que le dice: “basta” a un supuesto hombre que en un tiempo le dijo que la amaba y que ahora responde con golpes. Pienso en el joven que es capaz de levantarse después de experimentar la derrota con las drogas o el alcohol y desea permanecer sobrio. Pienso en aquellos que aun no siendo violentos fueron victimas de la violencia por defender los derechos fundamentales en una sociedad podrida de reclamos insustanciales.
Lo bello de la vida es que podemos comenzar de nuevo, incluso aquellos que han cargado con el peso de la culpa por sus actos singulares. Cada día trae sus disgustos, es verdad, pero también trae esperanza para aquellos valientes dispuestos a encontrarla. La tentación de volver atrás es la peor, porque nos crea la ilusión de creer que con las cosas como estaban bastaba y sobraba para vivir sin muchos problemas, culpando siempre a otros de mis desgracias, mis miserias. No vale la pena quejarse tanto, vale la pena seguir adelante, confrontando la adversidad.

Roger Ruiz

domingo, 24 de enero de 2010

¿Las Miserias?

Miseria…, es una palabra fuerte, uno de sus significados es avaricia, mezquindad. El ser humano complejo en su obrar tiene también algo de miseria en su vida, somos todos miserables, débiles, perversos. He escuchado de mi familia la expresión que dice: “aquí no hay santo por quien rogar”, que para un pueblo significa que todos somos miserables.
No es una sentencia es una verdad, pero la humanidad va más allá de todo eso porque no sólo somos miserables, sino también en algunas ocasiones generosos, incluso buenas personas. La miseria forma parte de la vida, si en libertad queremos que exista, En las situaciones cotidianas nos podemos tropezar con ella, pero no quiere decir que vayamos por ese camino.
Resulta ilógico pensar en una persona perfecta en nuestro ámbito humano, porque todos aunque hacemos mucho bien podemos tomar la decisión de no hacerlo o peor aún no hacer ni bien ni mal, solo para sentirnos bien con nosotros mismos. Lo que nos define son más cosas que aquellas puntuales que realizamos en la vida, ¿quién no se acuerda de una situación donde hemos sido miserables? Algunos se amparan en unas leyes construidas por el mismo ser humano, imperfectas y son tan fieles a ellas que se olvidan de hacer el bien y optan por cumplir un bien que ellos mismos no experimentan.
La justicia humana es vindicativa, porque creemos en lo más profundo de nuestro ser que si aplicamos la ley del talión, ojo por ojo y diente por diente, o algunas de nuestras leyes modernas que excluyen a los más necesitados, nos podríamos sentir mejor si hemos experimentado una desgracia a causa de una injusticia.
Otras personas en detrimento de la verdad, se colocan como jueces de los demás, pero no un ciudadano elegido para impartir justicia sino una persona que no ve a nadie digno de la bondad que dice poseer, estas personas son miserables y no lo tienen como opción frecuente sino como una actitud ante la vida.
Si una persona es miserable en algunos momentos tiene la oportunidad de rectificar sino lo hace con la persona afectada, puede hacerlo con otras ante quienes usará mejor su libertad. Pero aquellos que tienen la miseria como actitud se encuentran en una situación sumamente terrible, un callejón sin salida, cuya pared la han construido con sus propias manos.
La respuesta acerca de la miseria no se encuentra ocultando lo que hemos hecho sino más bien aceptándolo y tomando las decisiones acordes con lo que se lleva en el corazón, sin mezquindad, sin avaricia.
Roger Ruiz



sábado, 23 de enero de 2010

¿Filósofos sin Trabajo?

Hay cosas en la vida que nos cuesta asumir, hay personas que se burlan de lo que somos o representamos. Existen quienes denigran y quienes restan importancia al último oficio que un ser humano está dispuesto a hacer, ser filósofo. Los que están en el contexto de mis palabras saben por cultura general que aquellos que comenzaron tan noble oficio, lo de oficio es un decir pero no para ofender, pertenecían a una cierta clase social donde podían darse el lujo de reflexionar sobre las preguntas fundamentales de la vida, para dar sentido a la realidad, en ocasiones cruel, de la vida. Por supuesto, que algunos lo tomaron como un oficio dónde su mayor fin era iluminar aquellos que estaban en la oscuridad y de paso podían ganarse el pan de cada día.
En el tiempo presente, algunos consideran que la filosofía ayuda a las personas a recobrar la felicidad perdida y sobre todo el valor de vivir. Sin embargo, la verdad es que las personas, sobre todo en tiempos de crisis piensan en otras cosas, diría que más urgentes: trabajo, casa, muebles, electrodomésticos, alimentos…que gastan y desgastan la vida, no poco a poco, sino vertiginosamente.
La filosofía sigue siendo un lujo para aquellos que desean cubrir las necesidades básicas de la existencia. Un ejemplo puede iluminar la situación: una pareja decide hacer vida en común y mudarse a un apartamento, si éste se encuentra vacío, el 99 % no se preocuparía de colocar una cuadro hermoso para ellos y prescindir de la cama la frigorífico y la cocina, antes bien buscan subsanar esas cosas porque son importantes, imprescindibles, vitales. Cuando obtienen tales cosas básicas planifican comprar otras de parecida necesidad al final comprarán no solo uno sino varios cuadros que vayan con la estética del lugar. Conclusión tales cosas son importantes ninguna de ellas llena la vida, un cuadro agradable para la pareja les llena su existencia, les proyecta a un sin fin de sentimientos, pero el cuadro no tiene ninguna función práctica pero su hermosura balancea toda necesidad.
La filosofía tiene un fin práctico según dicen algunos contemporáneos y aún así no se agota con lo práctico sino que nutre, deleita, pacifica y vierte razones para vivir. Últimamente he estado cerca de personas que abren sus labios para quejarse de la vida o de lo caro de las cosas, falta de trabajo o no poder tener más de lo que tienen, o dejar las vacaciones para el propio país. La filosofía tiene una respuesta clara para las preguntas fundamentales que cada uno se plantea aunque sea por un breve instante. El odio mueve, la envidia mata, la soberbia hiere, la filosofía sana. No tiene mucha demanda de empleo y sin embargo por más que muchos quisieron no se acabará mientras exista una persona capaz de reflexionar.
Roger Ruiz



sábado, 9 de enero de 2010

FRAGIL COMO EL CRISTAL

La vida es tan hermosa y los acontecimientos tan profundos que no nos basta el tiempo para contemplarlos. Lo normal pareciera que consiste en ver lo feo, aquello que no tiene sentido, debe ser porque aunque veamos lo bello, al final nos damos cuenta que todo es efímero, como cuando el principito descubrió que su flor se podía marchitar.
La caducidad de la vida puede llevarnos a pensar en la falta de sentido de las cosas o, peor aun, nos impulsa a un mal entendido aprovechar las cosas antes que se acabe la vida. Muy parecido en estos tiempos a los turistas que invaden las grandes ciudades del mundo, toman un tour y los llevan casi corriendo para poder aprovechar la estancia en esos lugares al máximo. Al final lo que queda es un cansancio profundo, vimos tantas cosas bellas, detuvimos el tiempo en un chip de cámara y luego lo que nos queda es un recuerdo de haber conocido, mas no en profundidad una ciudad, unas ruinas o unas tumbas. El afán de conocer lo máximo posible nos aleja de la capacidad de asombro ante lo pequeño, lo que vale, lo que tenemos, lo que vivimos.
Hay quienes hablan de ser viajeros, en algunas religiones se habla de peregrino, claro que éste último tiene una meta concreta de vida y hace todo lo posible por llegar a ella. Aunque la palabra peregrino nos ayuda a contemplar la vida, creo que la palabra caminante tiene una connotación todavía más amplia, aquel que camina y va contemplando la vida con sus bajos y altos, sus momentos de alegría, paz, esperanza y amor, como también los momentos de dolor, traición, maldad y desazón. Que difícil es aceptar lo caduca que es la vida y lo bello de la imposibilidad que “no nos quiten lo bailado”.
La vida es frágil como el cristal pero hermosa al mismo tiempo y creo firmemente en el caminar conciente de aquel que la toma como lo que es; una oportunidad de crecer, amar, servir y pasar haciendo el bien.
Roger Ruiz


viernes, 8 de enero de 2010

¿RECONOCES ..LA FELICIDAD..?

Cuando experimentamos en la vida momentos de felicidad lo proclamamos al mundo aunque sólo pocos se den cuenta, porque no todos son observadores, no nos miran a los ojos, algunos solo ven gestos sin sentido. Pero existen algunas personas quienes con solo observar notan que vivimos la alegría. Aquí no deberíamos preocuparnos acerca de la duración sino de la alegría experimentada, esto puede también causar envidia, ver por qué otros experimentan ratos de felicidad y estas personas no lo viven.
Hay momentos en la vida donde lo que viene es la tristeza, de ella se da cuenta la gran mayoría, porque no es ajena al sentimiento, pero nos preguntaríamos ¿Cómo es que se dan cuenta de la tristeza y no de la alegría? No lo se. Habrá quien pensará que vivimos tan inmersos en ver cosas negativas o lo tétrico de la vida que no reparamos en la felicidad de otros. La tristeza experimentada es dura y si estamos solos es peor.
Allí es cuando hace falta “ese alguien” que nos escuche, comprenda o comparta lo que sentimos. Amigos o amigas no te van a buscar cuando todo esté muy bien, sino también aunque todo esté muy mal. Qué hermosa es la amistad, pero no la idealista dónde los amigos y amigas son seres perfectos, esa amistad no existe. Un amigo escucha, incluso hay tanta confianza que reprende, pero la manipulación destruye la amistad, más que un interés rastrero o sublime. Los amigos cometen errores, lo importante no es determinar cuántos son sino que los aceptamos “tal y como son”. Cuando entramos en la soledad suprema no saldremos fácilmente de ella, pero si tuviéramos una amistad a nuestro lado lograríamos vencerla, porque al final no estamos solos.
Dicen que el verdadero amigo es un “tesoro”, vale mucho, no es solo para momentos de ruidos y fiestas, sino también por aquellos momentos tristes. También hay un amigo más grande que nosotros que nos da la libertad de amarlo u odiarlo, sin condenarnos. Me imagino que sabrás a Quien me refiero.
Roger Ruiz